Viajar con movilidad reducida no tiene por qué ser complicado. Con planificación y las herramientas adecuadas, es posible disfrutar de cada destino sin preocupaciones.
1. Planificá tus paradas
Antes de salir, identificá estaciones de servicio, paradores o baños accesibles. Esto evitará estrés y permitirá un viaje más relajado.
2. Prepará un kit de emergencia
Incluí medicamentos, toallas húmedas, guantes y un urinario portátil para emergencias. También llevá siempre una muda de ropa adicional.
3. Equipaje inteligente
Usá mochilas o bolsos con varios compartimentos y evitá el exceso de peso. Las ruedas grandes facilitan el traslado sobre distintos terrenos.
4. Usá tecnología
Aplicaciones de accesibilidad pueden ayudarte a encontrar alojamientos adaptados y rutas adecuadas para silla de ruedas.